En el tranquilo pueblo de Esperanza, los niños esperaban con emoción el evento más grande del año: el Torneo Mágico de Amistad. Chiara y Santi, armados con su especial “Libro de Amigos”, decidieron participar.
Antes de que comenzara el primer desafío, una carrera de obstáculos, conocieron a Lisa, una niña cuyos pies parecían volar sobre el suelo. “No es solo la velocidad”, le susurró Lisa a Chiara mientras escribía en su libro, “sino el ritmo y el trabajo en equipo. Siempre hay que ayudar a un amigo en apuros”. Siguiendo el consejo, Chiara y Santi superaron los obstáculos con una sincronía perfecta.
El siguiente desafío los llevó a una cancha de baloncesto, donde Tim, un chico con una sonrisa tan grande como su estatura, los esperaba. Tras una jugada impresionante, Tim escribió en el libro de Santi: “En el baloncesto y en la vida, siempre apunta alto y confía en tus amigos”. Inspirados, Chiara y Santi ejecutaron una jugada espectacular que dejó a todos boquiabiertos.
El último desafío fue una prueba de ingenio. Frente a un gran rompecabezas, los niños sintieron la presión del tiempo. Pero al abrir su Libro de Amigos y releer los consejos, encontraron la solución.
El torneo terminó con una gran celebración. Aunque no ganaron un trofeo dorado, Chiara y Santi obtuvieron algo más valioso: recuerdos inolvidables que quedaron plasmados en su libro.
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