Un día, tras una refrescante lluvia, Chiara y Santi descubrieron algo mágico: al final del arcoíris, había una puerta brillante. Curiosos, decidieron cruzarla con su “Libro de Amigos” en mano, listos para una nueva aventura.
Al atravesar la puerta, se encontraron en un reino donde cada color del arcoíris representaba una tierra distinta con su propio desafío. La leyenda decía que aquellos que atraviesan las siete tierras y resuelven sus enigmas obtendrían el Tesoro del Arcoíris.
En la tierra roja, conocieron a Rosalía, una bailarina que les enseñó el poder de la pasión y el movimiento. “Baila con el corazón y sigue tu instinto”, escribió en su libro, ayudándolos a cruzar un puente que se movía al ritmo de sus pasos.
En la tierra naranja, un artista llamado Óleo les mostró cómo mezclar colores y crear hermosos paisajes. “La creatividad nace de la colaboración”, anotó en su libro, permitiéndoles pintar un puente para cruzar un río de pintura.
Cada tierra presentaba un desafío único y un nuevo amigo que les ayudaba y dejaba un consejo en su Libro de Amigos. Los niños aprendieron sobre la alegría en la tierra amarilla, la calma en la verde, la intuición en la azul, la inspiración en la índigo y finalmente, sobre los sueños en la violeta.
Con todos los consejos reunidos en su libro, Chiara y Santi enfrentaron el último desafío: un cofre que solo se abriría con la verdadera esencia del arcoíris. Al leer su libro, comprendieron que el arcoíris no solo es una mezcla de colores, sino de emociones, aprendizajes y amistades.
El cofre se abrió, revelando no oro o joyas, sino esferas luminosas que representaban todas las amistades y experiencias vividas. Chiara y Santi comprendieron que el verdadero tesoro era su Libro de Amigos, lleno de recuerdos preciosos.
— Y tú, ¿quieres ser como ellos y llenar tu “Libro de Mis Amigos” con cada color del arcoíris de la amistad?